Análisis
de la lectura: Contextos Culturales y Sociales para el Ministerio Juvenil
El ministerio juvenil y la subcultura
Claramente
podemos ver que los jóvenes buscan identidad y esto los lleva a asociarse a
subculturas que deforman la relación con Jesús. Tenemos nosotros la
responsabilidad de conocer con estrategias como son estas subculturas para
llevar el mensaje, actuar sin temor descubrir cuáles son esas cosas que atraen
a los jóvenes y llevarles el mensaje de salvación. Esto nos obliga como dice el
apóstol Pablo: Aunque soy libre respecto
a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible.
Entre los judíos me volví judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven
bajo la ley me volví como los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no
vivo bajo la ley), a fin de ganar a éstos. Entre los que no tienen la ley me
volví como los que están sin ley (aunque no estoy libre de la ley de Dios sino
comprometido con la ley de Cristo), a fin de ganar a los que están sin ley.
Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo
para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. Todo esto
lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos. (1 Corintios
9:19-23 NVI).
Quedamos
claros que esto no es una carta abierta para que nosotros nos desenfoquemos de
nuestra misión, sino que es necesario mezclarnos para ganar tantos como sea
posible.
El ministerio juvenil y el vecindario de la
comunidad
En
este punto debemos mencionar que las alianzas son muy importantes sobre todo si
en el vecindario hay grupos organizados en deporte, cultura, escuelas y otros
grupos en los que es posible integrarse y llevar el mensaje, coincido con el
autor en que “Dios ha puesto a gente en su vecindario, gente que puede nutrir
el sano crecimiento y el desarrollo de la juventud; gente con quienes su
congregación debe asociarse. Si tanto su vecindario como su comunidad cuidan de
sus jóvenes, ¿por qué no trabajar juntos?”
El ministerio juvenil y el hogar familiar
Con
todas las deformaciones que están sufriendo las familias hoy, el Ministerio
Juvenil y el Hogar Familiar son de suma importancia, para enfocar el trabajo ya
que las culturas post modernas han adoptado modelos equivocados, encontré muy
interesante los que señala Roehlkepartain: “para establecer asociaciones
cercanas con los padres, los ministros de jóvenes deben cambiar su mentalidad
de construir programas con buena asistencia y pasar a apoyar el trabajo de las
familias que ya está en marcha. Sugiere las siguientes estrategias:
·
Conozca a las familias de sus jóvenes.
·
Respete los límites de la participación de sus padres.
·
Provea oportunidades para que los padres y
adolescentes interactúen.
·
Otorgue poder a los padres mediante la educación.
·
Provea apoyo para los padres.
Esto
es una excelente formula: Cuando los ministros de jóvenes y los padres trabajan
juntos, los jóvenes a menudo crecen en una cultura rica de amor, valores
cristianos y fe.
El ministerio juvenil y la congregación no
deben trabajar separados, es integrar a los diferentes grupos de la
congregación en cada plan, proyecto y meta que se tracen, esta forma de trabajo
fortalece la congregación. Todos somos el cuerpo de Cristo.
El ministerio juvenil y la construcción de
valores
La
unión de un vecindario, comunidad y congregación da como resultado experiencias
sociales positivas como empoderamiento, expectativas y el uso constructivo del
tiempo que les ayude a tomar decisiones sanas.
Este último es super importante y puede ser la causa de muchos de los
problemas que pasan los jóvenes en las sub culturas de hoy. Administrarles el
tiempo garantiza resultados positivos. La familia y los lideres fortalecen a lo
interno, los compromisos son vitales.